martes, 7 de junio de 2016

Fuerzas

Chile: 5,300 hombres (el 77% de los combatientes era chileno), contaban además con caballería y apoyo naval del Cochrane, la Covadonga, el Loa y el Magallanes


Perú: 1,600 hombres (el 23% de los combatientes era peruano), estaban sitiados, sin caballería, con apoyo naval del monitor Manco Cápac y de la lancha torpedera Alianza.



“Tengo deberes sagrados que cumplir”

Nuestro ejército estaba al mando del coronel Francisco Bolognesi, quien tenía como misión proteger el morro de Arica.

“Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho”, fue la respuesta que pronunció Bolognesi ante el pedido de rendición que el 5 de junio de 1880 le formuló el emisario chileno Juan de la Cruz Salvo.

Eran a penas mil 600 peruanos que defendían Arica ante los siete mil 400 chilenos fuertemente armados. Se recuerda en esta fecha la hazaña de Ugarte y Bolognesi, así como de Justo Arias Aragüez, Joaquín Inclán, Mariano Bustamante, Guillermo More, Marcelino Varela, Manuel de la Torre, Ricardo O’Donovan y Ramón Zavala, entre otros oficiales.

Inmolación de Alfonso Ugarte

El coronel Alfonso Ugarte, cabalgando su caballo y con la bandera peruana en mano, se lanzó desde lo alto del Morro de Arica y se sacrificó para evitar que el Pabellón Nacional caiga en poder de los invasores chilenos

Batalla de Arica y Héroe Francisco Bolognesi

La batalla de Arica que enfrentó a nuestro ejército con los invasores chilenos el 7 de Junio de 1880, es un ejemplo inolvidable de heroísmo y honor que honra a nuestro pueblo y a nuestros soldados, pero que enaltece, fundamentalmente, la figura del heroico coronel Francisco Bolognesi, jefe de la plaza, y a sus más cercanos colaboradores que decidieron entregar su vida en defensa de nuestra integridad territorial.
La guerra iniciada en abril de 1879 se desarrolló inicialmente en el mar, hasta la muerte gloriosa del almirante don Miguel Grau en el combate de Angamos. Sin la defensa de nuestra armada, ya destruida, los chilenos se aprestaron a invadir los territorios apetecidos. Primero fueron derrotados en Tarapacá, pero luego se recuperaron y derrotaron a nuestro ejército en Tacna.
La ciudad peruana de Arica había quedado aislada y el coronel Bolognesi en gran inferioridad numérica se prestó a defenderla. Asediado por tierra y por mar, Bolognesi escuchó el pedido de rendición que le hacían los chilenos a quienes toda resistencia les parecía inútil; pero la respuesta de Bolognesi al emisario chileno fue la inmortal: "Tengo deberes sagrados, y los cumpliré hasta quemar el último cartucho", respuesta que fue ratificada por sus jefes y oficiales.
La batalla se realizó inexorablemente el 07 de Junio de 1880 en el morro de Arica y Bolognesi, junto a la mayoría de sus jefes, incluyendo al heroico coronel Alfonso Ugarte, murieron defendiendo el honor nacional.
Tras el combate, las fuerzas chilenas ocuparon la plaza. En medio del caos inicial, soldados chilenos dispersos asesinaron a numerosos prisioneros peruanos a las puertas de la iglesia de la ciudad y cometieron destrozos y saqueos, hasta que los comandantes chilenos lograron restablecer el orden. Entre las víctimas civiles estuvo el comerciante italiano Santiago Carniglia asesinado en su tienda. Asimismo, más de 300 cadáveres de combatientes peruanos fueron arrojados al mar desde la cima del morro.